Este tipo de tubos testigo son los más sencillos tanto en su utilización como en su mantenimiento.
El fluido de perforación pasa por la cabeza desde el varillaje, y desciende a lo largo del tubo, entrando en contacto directo con el testigo perforado, pasando por el espacio anular que deja éste respecto a la pared interior del tubo, hasta llegar por el interior de la corona a la zona de corte.
Están especialmente indicados para el inicio de un sondeo y para la perforación de terrenos “sueltos”.